Beneficios del café para deporte
mayo 25, 2018
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Giuseppe Lavazza, vicepresidente del Grupo Lavazza, fabricó la máquina de la que salió el primer café expresso en el espacio. Su receta es innovación constante y producto de máxima calidad.

El negocio del café está sin duda al alza y, como no podía ser de otra manera, también registra actividad muy positiva una de las marcas más representantivas del sector, el grupo italiano Lavazza. En el último año registró una facturación de 2.000 millones de euros, lo que supone un alza de un 6,3%, gracias sobre todo al peso que supone la innovación en la compañía, que le hace estar presente en 90 países con sus 3.000 empleados. El año pasado el grupo se dedicó a integrar las marcas que adquirió, como la danesa Merrild y la francesa Carte Noire, por lo que este año se centrará en el crecimiento orgánico. Su vicepresidente, Giuseppe Lavazza, explicalos principales hitos de su compañía así como su estrategia en España, donde en 2017 facturó un 21%.

—¿Cuáles fueron los resultados del Grupo Lavazza en 2017 y la previsión para 2018?

—Lavazza terminó 2017 con un aumento de un 6% en ingresos respecto al año anterior, al alcanzar los 2.000 millones de euros, lo que supone un crecimiento tres veces superior al del mercado. Alrededor de un 63% de nuestros ingresos, además, provienen de la actividad fuera de Italia y, hablando de tendencias, todas ellas crecieron a buen ritmo incluida la denominada de un único servicio o monodosis. Lavazza está en cabeza de esta tendencia ya que este tipo de productos suponen ya el 20% de nuestros ingresos.

—¿Qué representa para Lavazza el mercado español, su evolución reciente y los planes a medio plazo?

—Lavazza está en el mercado español desde 1999 y ahora está presente en varias localizaciones que se pueden denominar premium como hoteles, restaurantes y cafés así como en los 16 estrellas Michelin que hay en España. Además la experimentación de Lavazza con la comida tuvo un hito precisamente en España en 2002, cuando empezamos una colaboración con Ferrán Adriá y sus experimentos culinarios en torno al café. Nuestro negocio en España creció un 21% en valor en 2017 y un 35% en volumen, registrando el mayor crecimiento de todos los países en el segmento de grano de café, tendencia que se está dando a nivel mundial también, de lo que estamos encantados, ya que nos confirma nuestra experiencia histórica en el tueste del grano y en el segmento digamos de tierra.En cualquier caso, somos conscientes de que el café en cápsulas se lleva la mayor parte del león, en el caso de España el 55% del mercado, y eso es porque hemos introducido nuestras cápsulas compatibles con las máquinas de Nespresso. Nuestra nueva línea de cápsulas es el resultado del saber hacer de nuestra compañía para liderar la industria del café a base de calidad y de innovación, en combinación con casi 30 años de experiencia en la producción y la promoción de los sistemas de hacer café de un solo servicio, como se dice en nuestro argot.

—Sorprende un poco que Lavazza, en los tiempos que corren, continúe siendo una empresa cien por cien de su familia. ¿Ha rechazado muchas ofertas de compra por parte de las grandes multinacionales del sector en los últimos años? ¿Se puede seguir siendo algo así como un llanero solitario en estos tiempos de globalización?

—Lavazza fue creada en 1895 en Turín por mi bisabuelo Luigi Lavazza y desde entonces la hemos gestionado generación a generación y ahora estamos en la cuarta. Nuestra empresa está orgullosa de mantener los valores y la ética con la que se fundó, que incluye el espíritu emprendedor, la innovación y la pasión implacable por la autenticidad italiana y la calidad en cada cosa que hacemos. Nuestra estrategia incluye también la disciplina fiscal, que es esencial para mantenernos como una compañía independiente, lo que significa tener un ojo puesto en el aumento del beneficio y en el desarrollo de marca. Somos una compañía de café premium que se dedica exclusivamente a este producto, pero de la mejor calidad. Esto se traduce en volúmenes más altos, pero también en beneficios más elevados y las compras que hemos desarrollado estos años fuera de Italia van también en esa dirección.

«Lavazza tiene a su espalda más d 120 años de tradición e historia»

—La innovación es algo que afecta a todos los sectores. ¿Qué volumen de fondos destina a este capítulo y en qué aspectos?

—Lavazza tiene a su espalda más de 120 años de tradición e historia, combinando el deseo de llevar la experiencia del auténtico café alrededor del mundo con un fuerte compromiso en innovación, investigación y sostenibilidad. Todo ello con el objetivo global de garantizar el crecimiento futuro y para apoyar la posición de la compañía como uno de los primeros jugadores de esta industria, sin comprometer nunca la más elevada calidad de nuestros productos. Para Lavazza calidad, sostenibilidad e innovación son fundamentales y valores interdependientes. Creemos que la innovación tiene que ser uno de los vectores del crecimiento en el mercado y en el sector del café, desde los paquetes envasados al vacío a las cápsulas reciclables, innovaciones para garantizar la excelencia que hemos desarrollado en Lavazza gracias a un proceso que busca la sostenibilidad. Desde el principio Lavazza ha sido definida como una empresa en un continuo ciclo de innovación, por lo que producir innovación representa uno de los factores más importantes para el crecimiento y para lograr competir a nivel global, lo que nos ha hecho llegar a límites imprensables, como que el 3 de mayo de 2015 el primer café expresso que se bebió en el espacio fue con una de nuestras máquinas, ISSpresso, en la Estación Espacial Internacional. Esa innovadora máquina fue desarrollada entre nosotros y Argotec, una empresa de ingeniería espacial italiana en colaboración con la Agencia Espacial Italiana (ASI).

«Conciliar beneficio con sostenibilidad social»

Desde 2002 Lavazza impulsa el desarrollo en los países de origen del café, en su caso Colombia, a través de su propio programa de desarrollo global llamado «Tierra», de la Fundación Giuseppe y Pericle Lavazza Onlus, en colaboración con instituciones locales, ONGy empresas para el desarrollo de las zonas de producción del café. El proyecto se ha traducido ya en un café cien por cien sostenible y certificado, así como en la toma de medidas para minimizar los efectos del cambio climático. Giuseppe Lavazza cree que «hay que reconciliar el beneficio con la sostenibilidad social, medioambiental y cultural en los países productores, objetivo que está en nuestro ADN desde hace 120 años»